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jueves, 8 de febrero de 2007

"Un Rebenque Especial"

Descripción del rebenque
Autor: Orbeo y Ca; Segunda mitad del siglo XIX.
Largo del mango: 33 cm; largo total: 78 cm;
Peso: 1120 gr; Denominado: "Chesquero"
- Mango liso con finos soajes en los extremos y en su parte media; Pomo esférico que se desenrosca, dejando al descubierto su correspondiente palo troncoidal, en donde se enrollaba la misiva o documento, y se lacraba para que sea transportada; Cadenilla de plata; Paleta cincelada con motivos vegetales; Lonja de cuero.



"...Este se ata las espuelas.
Se sale el otro cantando,
Una busca un pellón blando;
Éste, un lazo; otro, un rebenque,
Y los pingos relinchando,
Los llaman dende el palenque..."

Martín Fierro.


INTRODUCCION:
La palabra rebenque corresponde al "látigo" europeo de donde procede, pues aquí nunca lo uso, ni el indio ni el paisano primitivo.
Tanto uno como otro se entendían por el pensamiento con su inseparable compañero, a tal punto que parecían formar ambos un solo ser.
El rebenque vino después, en los comienzos de la llamada "época gauchesca", si la espuelas en sus pies fueron un símbolo, el rebenque en su mano diestra también lo fue, no se concibe, aun hoy, a un jinete criollo despojado de este atributo.
No solo fue pilcha o prenda útil de trabajo, ya que los paisanos u hombres del campo argentino, también lo usaban como arma eficiente para resolver entreveros en forma drástica, de esta forma se evitaban la utilización del facòn, que generalmente, terminaba con fin trágico para alguno de los contendientes, siendo muchas veces peleas ocasionadas por discusiones o diferendos triviales, que se sucitaban luego de varias ginebras en la pulpería.

El gaucho usaba el rebenque naturalmente con elegancia, enganchado en dos dedos, jamas colgándolo de la muñeca, cuando andaba caminando, o de paseo, ya sea un domingo, o día de fiesta, generalmente lo colgaba del facón que llevaba terciado en la cintura.Encontramos en nuestras Provincias, distintos tipos de rebenque, según su aplicaciòn practica, pero el mas clásico es el "porteño", llamado también de "argolla", este es el tipo mas primitivo y que aun sigue siendo el predilecto por antonomasia para el trabajo de campo de a caballo, incluso por troperos y domadores.
El rebenque consta, en general, de tres partes, que son: el mango, que puede tener cabeza, pomo o argolla en su extremo superior; la manija, allí sujeta, por medio de la cual se le cuelga de la muñeca, y en el extremo distal, la azotera o lonja para castigar el animal.

No realizaremos una descripción de todas las variantes de rebenques, en próxima ediciones trataremos de detallar los mismo, u hacer un paneo general de los mas destacados.

Hoy nos abocaremos en particular, a uno típico y especial, denominado rebenque de "CHASQUE/I o MENSAJERÍA".
Chasque, deriva del quíchua chasquí, según Solórzano, en Política indiana, la palabra chasquí quiere decir toma, porque el mensajero indio llega corriendo a la parada o topo donde ya lo esperaba otro, sólo le decía esta palabra al transmitirle la orden de viva voz.
Montesínos, en las Memorias antiguas del Perú, lo traduce por el que recibe, porque tomaba y recibía el mensaje de otro, Garcilaso de la Vega, en sus Comentarios reales, dice que significa uno que hace cambio.
L. López lo traduce por andar, moverse, idea que expresa mejor las funciones del correísta indígena.
Chasque se decía antiguamente al que llevaba cartas o comunicaciones, por más que el vocablo propio es castellano y significa "correo a pie"; pero entre nosotros los propios siempre desempeñaban sus comisiones a caballo, es decir el correo de aquellas épocas, era en base a un jinete, en donde las misivas privadas y muy importantes se llevaban en el rebenque chasquero, ya que este tenía el cabo hueco donde se ocultaba el mensaje.

El chasque o chasqui se usaba también en momentos de apremio; era el envío urgente o el angustioso pedido de auxilio, confiado a la experiencia y agudeza del gaucho, que utilizaba huellas del camino o se orientaba en el corta campo para arribar cuanto antes.
Por ejemplo, al declarase nuestra independencia en 1816 fue el chasqui Cayetano Grimau, con apenas 21 años de edad, el encargado de llevar la copia del acta de la independencia, desde Tucuman hasta Buenos Aires, aparte de las demás papeletas, el acta iba oculta en su rebenque.

Merece también recordarse como un caso notable de celeridad el viaje del chasque Verón que en 1822 recorrió el trayecto de 60 leguas entre el Uruguay y Paraná en sólo 18 horas, para lo cual se fajó la caja del cuerpo y llevó tres caballos de reserva. Verón llevaba el aviso al gobernador Lucio Mansilla que los comandantes Medina, Piris y Ovando habían invadido la provincia y marchaban al Paraná para asesinarle.
Mansilla salvó la vida y castigó severamente a los revolucionarios y premió con 20 onzas de oro y el grado de capitán al chasque.

Sito algunos casos especiales, ya que la labor del chasqui fue mas que abundante en casi todo el siglo XIX, en donde distintas misivas, documentos o papeles, fueron llevados ocultos dentro de esta pilcha.

Bibliografia consultada:

Taullard A. Plateria sudamericana. Bs. As 1941