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sábado, 14 de julio de 2007

"El Cuchillo"

Clikee las imagenes para amplirlas


Después de un lapso, hoy regresamos para seguir compartiendo con ustedes, de este sentimiento, con la ínfima convicción de cumplir cabalmente, el propósito de trasmitirles adecuadamente, "conocimiento, vivencias y tradición" (la descripcion de los cuchillos exhibidos se encuentran al pie de la nota)

Difícil es imaginarse al gaucho, de unas de sus prenda criollas por excelencia; para nuestro tipo rural el cuchillo fue algo así como una prolongación o variante de su propio brazo, quitarle aquel equivalía casi amputarle este, es por esto que algún pensador al ver la multiplicidad de usos a que lo destinaban los gauchos, dijo "... es para el gaucho un sexto dedo".
Para él lo fue todo: cuchillo y tenedor para comer; mondadientes; elemento para carnear el animal y cuerearlo; útil de toda sus artesanías (tientos, trenzas, ojales, repujado, lonjeado, etc.) para tusar el caballo o restregarle el lomo después de una marcha con el fin de devolverle la circulación y evitar la aparición de nacidos; también para desvasarlo o recortarles los vasos; para picar el tabaco del rollo o nanco a los efectos "liar" un cigarrillo y ensartar en su punta la brasa del fogón, para encenderlo; arma defensiva y ofensiva, y muchas otras aplicaciones que seria engorroso enumerar.
Por lo expuesto ha recibido el merecido titulo de: "el compañero", porque lo era mas que el caballo, mas que el mate, que las bolas, el lazo, o el poncho, por ende sin él, la situación era mas que triste, lamentable.
Sarmiento se ocupo del él, en su Facundo plasmando que: "El cuchillo, a mas de un arma, es un instrumento que le sirve para todas las ocupaciones; no puede vivir sin él; es como la trompa del elefante, su brazo, su mano, su dedo, su todo".

El cuchillo en nuestro hombre de campo es herencia cultural Europea, llegada con los primeros conquistadores, con el paso del tiempo fue adapatondose a cada región, en cuanto a su estética, forma, variedades o tipos, que constituyeron su rica gama de manifestaciones.
El gaucho rioplatense utilizo varios tipos de cuchillos o armas blancas, a saber: caronero, facón, verijero y cuchillo propiamente dicho.

"CARONERO": Era un facón de grandes dimensiones, hasta 80 centímetros de hoja, propio para montear, o como arma o como para matar reses, por su propio tamaño era imposible llevarlo sobre si y lo llevaba el gaucho horizontal entre la caronas del recado, de ahí su nombre, o entre el lomillo y el cojinillo, pasando por una presilla de aquel. La hoja sé hacia generalmente con un sable o bayoneta.

"FACÒN": como el cuchillo, tiene filo de un solo lado, su punta es muy aguda. Es un arma mucho más larga (más de 30 cm de hoja) y en proporción, más delgada y angosta que el cuchillo, por lo cual su acero debía ser extraordinariamente noble , no era cómodo para desenvainarlo y para el uso como utensilio domestico o herramienta, a pesar de ello, el gaucho siempre habilidoso, cuando le sobraba hoja, según la tarea, lo tomaba sin dificultad por el medio de ella y así lo manejaba a su antojo. Siempre poseía gavilán (en las armas blancas se conoce como guarnición - en la espada se llama cazoleta -) y éste podía ser pequeño o grande, recto en ese o en media luna, de acuerdo con los gustos de su dueño. La empuñadura era fuerte, lo encontramos de "guampa" (asta), de bronce, o en los de lujo, de plata. La vaina era de acuerdo con la calidad del arma: de suela o cuero crudo con esterillados de tiento, sin lonjear, con contera y pasadores y oreja (gancho u agarradera). Según "Vicente Rossi", su nombre se debe a que los invasores portugueses, tenían terror a los gauchos en los entreveros, y les llamaba la atención el descomunal cuchillo que esgrimían, y aseguraban que para "faca" (cuchillo) era demasiado grande; aplicándole el superlativo denominabanlo "facao" (cuchillon) que pronunciado suena "facò", y el criollo, que hace el aumentativo de las palabras agregándole una N final, lo denomino "facón".

"VERIJERO": era de hoja pequeña que suplía al facón cuando éste resultaba demasiado grande para ciertas tareas (castrar, picar tabaco, etc). Era un lujo y se llevaba adelante con el mango hacia el flanco derecho pasando por la delantera del tirador, junto a la rastra, con la que competía muchas veces en brillo con su mango de plata labrada.

"CUCHILLO": Este vino a sustituir, a mediados del siglo XIX, al facón que por sus propias características caía en desuso, de hoja ancha, de unos 25 centímetros de largo, sin gavilán, con filo y punta hacia arriba, el lomo ancho junto a la empuñadura.
Era el arma y el instrumento ideal que el hombre de campo precisaba, se lleva como el facón, atravesado sobre los riñones con el mango junto al codo derecho.
Ya nos hemos referido a los distintos usos que le dio el gaucho, pero en cuanto a instrumento de defensa podríamos agregar, que fue utilizado mucho en las guerras de nuestra “patria grande”, y en los entreveros y encuentro cuerpo a cuerpo en la lucha contra el indio.
El gaucho de aquellos tiempo, el gaucho de “buena ley”, el verdadero gaucho argentino, fue siempre noble y valiente, gustaba sobre todo de hacer alarde de hombría; de jugar a las puñaladas, como quien juega a los dado.

El hombre de la plebe de los demás países -dice Goyena - toma el cuchillo para matar, y mata; el gaucho argentino desenvaina el facón para pelear, y hiere solamente, es preciso que este muy borracho, que tenga muchos rencores profundos para que atente contra la vida de su adversario, su objeto es solo marcarlo, hacerle un tajo en la cara, dejarle una señal indeleble.
Al sobrevenir alguna riña a consecuencia de alguna disputa, ambos contrincantes se sacaban la espuelas y se las entregaban al pulpero y se envolvían el poncho en el antebrazo, luego algún individuo reputado de autoridad en la materia, les indicaba a los combatientes como debían empuñar el cuchillo dejando una o dos pulgadas o la mitad de la hoja, fuera de la mano, y la lucha empezaba.
Después de saltar atrás y adelante como gatos, de pases, quites y paradas, recibiendo los golpes en el antebrazo, protegido por el poncho, suspendían la contienda para tomar aliento, en tanto que los circunstantes analizaban la contienda.
Como las cortadas apuntaban todas al brazo o al rostro, la brega duraba siempre cinco o seis minutos, o hasta cuando por fin saltaba la sangre; esto era, por decirlo así, el verano tranquilo de las pulperías, pero a veces surgían algunas tempestades furiosas.

Modo de portar el cuchillo

El gaucho portaba su cuchillo en la cintura, cruzado en la espalda en forma diagonal, sostenido por la faja o el "tirador", el filo hacia arriba, y el mango hacia la derecha si el usuario era diestro.
La frase de Hernández en su Martín Fierro , acerca de que se debe llevar de modo que al salir, salga cortando, es una metáfora que ha dado lugar a numerosas especulaciones; pero lo cierto es que el gaucho llevó el cuchillo de esa manera. Otra forma de portar cuchillo, era en "la bota", o también -si el cuchillo era pequeño- en el frente, junto a la "rastra" ligeramente cruzado; este tipo de cuchillos se denomina "verijero" pues se lleva cerca de las "verijas" (ingle).
Si el arma era de hoja muy larga, se solía llevar en el recado, entre las caronas de cuero, y por eso recibía el nombre de caronero.


Bibliografía Consultada:

-Pilchas Criollas, Fernando O. Assuncao (1975)
-Del Facón al Bowie, Abel Doménech (1988)


Descripción de las piezas exhibidas:





Autor: "Anónimo"; Argentina mitad del siglo XIX.
Largo: 47 cm. ancho máximo: 5 cm.
Plata repujada, fundida y cincelada; acero.
"Cabo federal con ornamentación vegetal en soaje; pomo y virola facetada; La vaina elaborada en plata tiene un cincelado de pimpollo y hojas en forma decreciente hacia la puntera, dentro de un surco perimetral; La traba o agarradera, fundida y ricamente cincelada, exhibe una cara vista de frente. Este modelo de traba ha sido documentado en otros cuchillos, en donde se lo domina "cara de perro"; Puntera formada por roleos dispuestos a ambos lados de una hoja".




Autor: "J. Fernández"; Argentina; circa 1870
Largo: 35 cm; ancho máximo 4 cm.
Plata repujada, fundida y cincelada; acero.
"Mango de plata dividido en dos secciones diferenciadas, el tramo superior es oval con un importante cincelado de hojas, soajes con motivo vegetal, pomo liso;
El tramo inferior del cabo es liso y faceteado culminando junto al soaje que repite el motivo ornamental del anterior;
Vaina de plata con destacado y profuso trabajo de cincel en el que se aprecian, flores abiertas y pétalos, grandes roleos de hojas;
Traba con el punzón y el titulo: 800, cincelada con motivo vegetal;
Puntera con batiente flor.
Acompaña al cuchillo una "Guía de Campaña" del partido de Navarro, Pcia. de Bs. As. del año 1874".


Autor: "Plazas"; Argentina, segunda mitad del siglo XIX.
Largo: 36 cm; ancho máximo: 4 cm.
Plata repujada, fundida y cincelada; acero.
"Empuñadura oval de plata lisa, de muy prolija factura; pequeños soajes salen de la virola y pomo;
Vaina en plata lisa, soaje central con una banda plana, de la cual se desprende para ambos lado una ornamentación de flor abierta;
Traba con el cuño del platero junto al titulo del metal utilizado: 800, y una flor con hojas, repujadas y cinceladas;
Puntera de plata formada por roleos cincelados y dispuestos a ambos lados, remata con un circulo en oro en el cual se encuentra el nombre del propietario y la marca de la Estancia. Acompaña al cuchillo, una "Guía de Campaña" del partido de Junín Pcia. de Bs. As. del año 1870".

Autor: punzón ilegible; Argentina; Circa 1860.
Largo: 27 cm; ancho máximo: 3,5 cm.
Plata repujada, fundida y cincelada; acero.
"Empuñadura troncocónica de plata, íntegramente trabajada con delicado cincel de flores, hojas y roleos, dispuestas alrededor de una cartela; Vaina (ambos lado) con motivos similares a los empleados en el cabo, distribuidos alrededor de distintas cartelas; Traba con ornamento floral, en la que se encuentra burilada las letras S P, el punzón ilegible y el titulo empleado: 900. Acompaña al cuchillo una solicitud de "Marca", del partido de Navarro, Pcia. de Bs. As. del año 1866".