"Cachorrillo de Percusión Belga"

Desde que se inventaron los sistemas de dar fuego -rueda, chispa,- a las armas, se comenzó también a reducir el tamaño de las mismas, destinadas exclusivamente para el uso civil.
En los siglos XVI y XVII no eran armas de fácil adquisición, es decir no estaban al alcance común de la gente, sino mas bien reservadas para las clases altas de la sociedad, que las utilizaban ocultas preparadas para defender su vida de los malhechores, ya sea en los viajes que emprendían o simplemente en una salida por la ciudad.

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Entrado ya el siglo XVIII y debido a la demanda, comienzan a fabricarse dos modelos diferenciados: una para las personas que emprenden la marcha a bordo de diligencias por aquello caminos maltrechos y aislados, donde era indispensable llevar una en su equipaje con todos sus accesorios para su carga, u oculta en los grandes bolsillo de los capotes y abrigo de viaje.
La segunda arma que empezó a producirse era de líneas mas reducidas, comenzó a denominársela “cachorrillo” que representa un arma de menor tamaño que la pistola de viaje.

Con la aparición del nuevo sistema de ignición de pistón en el siglo XIX, que simplifica el mecanismo y reduce el tamaño del mismo, el mercado se ve inundado de estas armas, la mayoría de fabricación Inglesa y Belga.
Los gatillos se hacen abatible y ocultables, reduciendo aun mas el tamaño de las armas; en este tiempo comienzan a fabricar armas con el martillo percutor colocado en la parte inferior del cañón, delante del arco del guardamontes, que además sirve de muelle real percutor, evitando de esta manera que el arma pueda engancharse con el borde del bolsillo u otra prenda de vestir, asegurando y aumentando la velocidad de empuñe, esto se mantiene hasta pasado la mitad del siglo XIX, donde comienzan a surgir los primeros revólveres de percusión, que también disminuyen de tamaño (ver notas: “Armas de Bolsillo I y II)

La pistola con la que ilustramos la nota es un: “Cachorrillo de Percusión Belga”, de gran popularidad para ser llevada en el bolsillo como arma de autodefensa; fecha aproximada de su producción 1850.
De cañón octogonal y caja de bronce, forjado en una pieza, la misma se encuentra grabada con adornos fitomorfos; ostenta el punzón del banco de prueba de Lieja.
Sistema de martillo lateral con disparador plegable.
Empuñadura de nogal, con caída redondeada hacia su pomo.

Sistema de encendido: Llave de percusión a la caja.

Modelo: 1850. Denominado Cachorrillo.

Calibre: .52.

Longitud del cañón: 99 mm.

Longitud total: 199 mm.

Peso total: 850 g.

"Pistola de Percusiòn Belga"

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En la nota anterior hicimos un sucinto relato de cómo surgió el sistema de percusión y como le fue ganando terreno a la llave de silex, que se encontraba en su máximo apogeo técnico posible.
La elaboración de pistolas de percusión se difundió por occidente, en especial cuando comenzó a perfeccionarse, en la década de 1820.
Todo esto se debió a que el siglo XIX trajo consigo grandes cambios tecnológico, y la fabricación de armas no estuvo al margen, mas haya que la elaboración seguía siendo artesanal, fueron los primeros pasos hacia la industrialización que se vera acentuada pasada la mitad de dicho siglo.
Las ventajas de la percusión no solo supusieron el abandono de la producción de armamentos de chispas, sino también la transformación de una gran parte de estas al nuevo sistema.

El "Viejo Continente" estuvo entre los pioneros en la manufactura armamentística de las primeras décadas del siglo XIX, varios países desarrollaron la actividad y dejaron una huella muy marcada con excelentes piezas, que hoy son toda una admiración en colecciones publicas como así también en vitrinas particulares.
Ejemplo son Inglaterra, Francia, España en especial la zona Vasca, Bélgica, entre otros.

Ilustrando la nota, publicamos una Pistola de manufactura Belga, circa 1840 de gran porte, en calibre 18 mm.
La cureña es de roble en tonalidades oscuras y empuñadura clara.
Su cañón es octogonal y en su solera lleva el punzón del banco de prueba de Bélgica, no sabemos el nombre del armero, algo común en aquellas épocas, pues así no tenia que dar cuanta al fisco.
Su platina, llave y guardamonte ostenta un grabado a flor de agua.
El pomo culmina en metal blanco en forma de ostra, donde se guarda los fulminantes para su utilización.
Posee gancho en su cara izquierda, para portar en la cintura.


Poseemos un gran afecto por todas nuestras piezas, pero con esta en particular tenemos un aprecio extra, debido a que fue la primera en llegar a nuestro poder obsequiada por una persona hace ya varias décadas, cuando recién comenzaba a gestarse esto de coleccionar o juntar antigüedades, fue el primer arma que dio el punta pie inicial y que no ha parado hasta nuestros días.

"Pistola de Percusiòn BARNETT"

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La Percusión:

Este sistema que nace a principios del siglo XIX y revoluciona al arma de fuego, fue creado por el clérigo Escocés “Alexander John Forsyth”, gran aficionado a la química, cazador y armero “amateur”. En sus múltiples excursiones cinegéticas se desesperaba, por los inconvenientes que le acarreaba la llave de silex, a saber: la piedra solo podía ser utilizadas para una veintena de disparos y los fallos son frecuente en tiempo húmedo, el inevitable tiempo muerto entre la presión sobre el disparador y la salida de la bala, entre otros, llevo a que dicho cura comenzara a realizar experimentos tendiente a sustituirla. Experimenta con distintos materiales y en 1805, después de un largo y arduo trabajo, pone a punto un mecanismo que utiliza la explosión de una mínima partícula de fulminato de mercurio, al ser percutida por medio de la caída de un gatillo plano en forma de mazo, es decir: un fulminante, una pequeña cantidad de explosivo, aplicado sobre el extremo de un pequeño tubo que comunicaba con la recámara, fue la solución práctica”.

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Forsyth patenta el primer mecanismo de percusión el 11 de abril de 1807, conocido como la llave de Forsyth también denominada por los coleccionistas: “frasco de perfume” por asemejarse el deposito donde iba el fulminato a un botellin o frasquito de perfume, que se usaba por aquellas épocas. Con el transcurso del tiempo esta inventiva fue perfeccionándose cada vez mas, oponiéndose rotundamente a ella, los partidarios del mecanismo de silex, pero la realidad y las ventajas de la percusión triunfaron, ya que para 1830 se impone de un modo absoluto. El sistema de percusión, inventado por Forsyth dio la solución y marco el comienzo de una nueva era en el encendido.

La pieza, con la que hoy comenzamos a publicar el sistema de percusión, fue ideada por John E. Barnett, destacada firma y con un gran prestigio en la fabricación de armas cortas y largas de Londres. La misma es una pistola Militar, modelo de caballería, aunque también fue usada por la marina de algunos países, marcada en su platina “BARNETT – LONDON”, en calibre 15 mm; Circa 1860

Esta punzonada con las iniciales P. II sobre las que descansa la corona, correspondiente a Pedro II Emperador del Brasil y Portugal; fue utilizada en la triste y celebre: "Guerra de la Triple Alianza" (1865-70) por las tropas del Brasil. En la solera de su cañón ostenta los punzones del banco de prueba de Inglaterra, el mismo es cónico y liso; Su cureña es de raíz de nogal; el pomo o cantonera, que lleva anillo para sujeción, es de bronce, al igual q su guardamonte. La baqueta es basculante y cuenta con un sistema para que la misma no se pierda.

"PISTOLAS LEFAUCHEUX"

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La producción de estas pistolas comenzo pasada la mitad del siglo XIX; tanto España como Bélgica fueron los que mas auge tuvieron en su fabricación; esto no quita que otros países también las hayan producido, pero en menor escala.
En cuanto al abanico de producción, encontramos pistolas de excelente materialidad y exquisitos grabados; y otras en donde su manufactura es de muy baja calidad, el porque ya lo hemos plasmado en notas anteriores, hacia al costo de las mismas, por lo general, carecían también de toda identidad o banco de prueba, pues eludiendo al fisco, el costo podía reducirse mejor.

Cartuchos de espigas en distintos calibres

La denominación de estas pistolas, obedece a que utilizaban los cartuchos ideados por el armero Francés, “Casimir Lefauchex”.
Estos cartuchos son conocidos popularmente como de espiga, o pinfire, se diferenciaban de los demás, por su aguja que no solo sobresalía del cartucho sino atravesaba al mismo, y se apoyaba en el pistón, que se encontraba en el interior.
Al colocarse el proyectil en estas pistolas, y mediante el corte que poseen en la recamara, permite que se asome al exterior la espiga, donde será golpeada directamente por el martillo, produciendo así el disparo.
Esto trajo malas consecuencias, debido a que si la pistola caía al suelo, producto del golpe la espiga podía percutir el pistón ocasionando el disparo.
La solución a dicho problema fue colocar un armazón sobre los cañones, en forma de tridente, para proteger a las espigas de golpes accidentales; a la hora de utilizarla solo se debía retirar dicha pieza quedando las agujas listas, no todos los modelos contaron con este sistema. La difusión de los cartucheria de espiga tuvo un gran éxito, amen de sus defectos e inconvenientes, la evolución balística de a poco los fue dejando obsoleto.
En cuanto a la carga y descarga se realizaba mediante botón o palanca, que al ser presionada provoca la basculacion hacia abajo de los cañones, dejando a la vista las recamaras.
En lo que hace a su uso y en particular en Argentina, estas pistolas fueron el deleite de nuestros hombres de campo, de mediado del pasado siglo y en adelante.
El gaucho comenzó a utilizarlo y le dio una ubicación en su cinto, donde amen de tener su reluciente rastra de plata, y distintos bolsillos como el dorsal, central , uno mas pequeño del lado izquierdo, dejando el lado derecho, bien al flanco la pistolera, donde portaba una Lefaucheux.

Descripción de las Pieza exhibida

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Pistola de dos cañones para cartuchos de espiga tipo " Lefaucheux", de manufactura Belga, en calibre 15, circa 1870. Cañones lisos basculables para cargar, mediante acción de una palanca inferior. Platina con ligera decoración grabada; Empuñadura de nogal con líneas talladas en dirección al pomo, que termina en una pieza metálica de contorno oval y anillo para sujeción del arma

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Pistola del tipo "Lefaucheux", Española (Eibar), calibre 12, circa 1870; Cañones basculantes con apertura de palanca; Platinas con leve cincel; Empuñadura de nogal en una pieza, redondeada en sus contornos y esférica en su extremo.

" PISTOLA MONTECRISTO"

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La denominación con la que se conoce a este tipo de pistola, obedece a su parecido con la descripta por Alejandro Dumas en su novela “El Conde de Montecristo”.
No solo a los armeros Belgas inspiro la pluma de Dumas, sino a Franceses y Españoles, que también reprodujeron a dicha pistola, en versión de un caño (de salón) y de dos caños.

La pistola que traemos a publicación, es de origen "Belga", circa 1880, de tiro simple de retrocarga, para cartuchos de fuego central de dos caños yuxtapuestos, es decir uno al lado del otro, en un plano horizontal, los mismo son lisos y pavonados, el calibre es 14
En la parte inferior del los mismo, se encuentra: el punzón del banco de prueba de Liege, el calibre, provisional prueba post 1852; y las iniciales del controlador.
En la solera punzón : Belguim, acier fin y leones estilizados con estandarte.

La caja niquelada con grabados fitomorfos; el sistema de apertura para su carga y descarga se realiza con una palanca ubicada en la parte superior, entre los martillos.
En cuanto a su empuñadura es de madera de nogal con delicada talla vegetal, culminando en cuadrícula claveteadas en plata en su centro, pomo oval con anillo para sujeción de la misma.

PISTOLAS FLOBERT

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El sistema de cartucho “Flobert”, fue ideado por Nicolás Flobert, este francés mamo el gusto por las armas y aprendió el oficio de su padre, Louis Flobert , distinguido armero Parisiense.
A mediados del siglo XIX, Nicolás pone a punto un cartucho metálico con encendido periférico, fuego anular o rim fire patentada con el Nº 86.18, fue ideado para tiro de salón, pero luego se lo fue adaptando para otros usos.
Fue presentada por primera vez, en la Gran Exposición de Londres de 1851, amen de ser un pequeño proyectil, tuvo una acorde aceptación, teniendo en cuenta que en la misma se encontraban grandes armeros, exhibiendo sus piezas.

Era una cápsula fulminante con una bala esférica, originalmente no lleva más propulsor que el fulminante, pero pronto mejora su invento añadiendo una pequeña cantidad de pólvora de caza superfina, el resultado fueron los cartuchos Flobert de 6 y 9 mm. Fueron realmente el primer tipo de cartucho metálico práctico, y desplazo inmediatamente a las armas del sistema Lefaucheux (de espiga).
El sistema resultó superior a otros contemporáneos e hizo escuela: la pistola Derringer, los primeros revólveres Smith& Wesson, o las carabinas Henry y Winchester, son variantes del primitivo cartucho Flobert.
Finalmente fueron desapareciendo en especial del mercado militar ante el empuje de los cartuchos de fuego central, aunque en la actualidad se los consigue hasta el calibre 9 mm, sin pólvora. (para la realización de esta nota, se sacaron fragmentos de la pagina municion.org)

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izquierda 6 mm - derecha 9mm

Las pistolas que estamos exhibiendo en la nota, son de origen o manufactura Belga, sistema Flobert en calibre 6 y 9 mm respectivamente.
Poseen un cañón de 24 cm, la parte inferior del mismo es octogonal (recámara) culminando en redondo hacia su boca, largo total 32 cm.
Pequeñas platinas pavonadas y gatillo semi oculto, ausencia de guardamonte.
Los cañones poseen punzón del banco de prueba de Liege, el calibre y las iniciales del controlador. Las empuñaduras son de nogal segrínadas, al igual que las chimazas.